Con los cerebros hinchados de ideas
partimos al mundo imaginación;
Las calles iban de arriba a abajo,
los fieles amigos dormían plácidamente.
las mentes, los cuerpos, las personas siempre ocultas eran fantasmas imperceptibles,
les escupimos nuestras sombras y corrimos como niños por el cerro,
les escupimos nuestras sombras y corrimos como niños por el cerro,
yo ebrio vacilaba, mareado por el vino y los estragos,
y tú con los zapatos de equilibrio bailabas y cantabas
y tú con los zapatos de equilibrio bailabas y cantabas
mientras los cerezos nos miraban celosos
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