en restos de cuerpos y polvo sumerge su rostro muerto su labios partidos en el cemento a descalzo caen abatidos uno a uno sus brazos abajo sin latidos en el suelo sin espamos ni movimientos que descanten su silencio

Marginales de la voz suave

con que furia actuas
donde dejaste los versos
bajo la alcoba bajo la cama
detras de tu puerta

el techo intocable refracta los rayos de luz delante de mi retina redacta en mis palmas la sombra oblicua de figuras ficticias sus ojos envuelto en mármol rojos como magma que emana de mis pupilas 

mi rostro pálido en plena huida arranco mis ojos libero mi pena de la asfixia ahora estas cuencas bestias del oscuro pesar son lenguas que albergan mis papeles sangre y sal esparcidas por esta catedral

redacto con mi visión solo así sacio el horror del día y su luz

redacto con mis palma lo que mi tacto no alcanza 

cesped montes futuro en caida personas con mas piel que ayer ojos color opaco el descolorido azul que moja los pies

oscuridad sublime pasajes sin salida con súplica gime la noche ante cruces y avenidas sus luces escapan de las paredes de los rincones de vertederos putrefactos donde el tacto nutre el acto sus ojos de la noche observan un negro más oscuro y más opaco en cada habitación en cada hogar donde sea que esté el humano deambula ella también a oscuras en penumbra y fango perpetua sus almas acaricia de cerca el terror advierte el peligro testigo del frío de lo perverso que con ansias toma encuentro entre el silencio y hombres de almas fracasadas

En cantidad innesesaria se hacen presente los llamados del frio que en alguna parte del ojo humane yacen sus gustos excentrios no gozan de paz si de locura cuando el invierno rompe la nieve el sol lo ve sin decir palabras lejos esta sin preocupaciones sin lugar comodo preguntandose si el tiempo hara que tu y tus animales tomen el control de la piedad sde si mismo la sangre roja controla el ojo la gota perfora la bruma se enoja entre niebla espesa el ojo de la muerte observa sin decir palabras solo observa espera con frialdad y certesa de arrebatar manos y pies extrwmidades comlen¿tas de un solo hombrre que goza su propio llanto

las cosas tienen un valor diferente para nosotros

rescato versos de la calle aves de marmol palidas sin vida cubren el paisaje sus ojos ficticio inmoviles dosiles no me oyen no oyen mi voz yo tampoco oigo las suya me sincero cuando sus ojos serviles miran el cielo y pierdo la razon y el tacto mis pies clavados a el mismo suelo en pleno pesar preso de alas que condecoran mi vestimenta de mi propia posibilidad de ser libre y mi afan de retrarar sus caras para saciar la calle entregarle lo que me da mitigar el sol con arboles de gran tamaño filmar el espacio que resiste a la erosion del pensamiento al fin ver en esos ojos opacos y airidos un destello que se apiade de las palabras y deslumbrar sobre la narrativa lo que un ave no ve

cinco minutos de vuelta entre niebla pasto verde ramas y piedras celeste crece en la retina de sordos

Bruma perfora sus mentes atrofia almas resilientes mientras la erosion los borra
no hay norma que se interponga verbo que vengan de escolta ni fe que los socorra
prosa dando soporte a múltiples versos bloque de hielo que no se rompen ni con luz solar serviles roen entre mugre cuando el frío los funde

recordatorio en forma sin frases que escribir mismas manos la creatividad intactas los recuerdos no los pierdo la memoria es fragil cuando conservo mis penas y el miedo no se marcha

lo pierdo el miedo dentro de crateres envuelto en cadaveres cada ves que encuentro huesos escarban mi alimento estiercol de muertos emanan cuervo con los ojos

Recordatorio

bruma perfora en la pulpa de tus llagas sueño en demora

su pluma entona sobre pulcras dagas lienzos en forma

en espera vidrios molio velos vicios ojos con odio

sin lugar de descanzo ni parpados trazos cubren el ocaso  a pasos suelas pierden tacto piedras en el suelo mentes a descubiero cielo oscuro faroles intermitentes apuro escrito en el letrero demolicion inminente sin lente cerca de alguno que otro parque sin verte tus manos en el piso lagos de vidrio molido al basto odio escribo pisadas al frente cigarro sin ganas de ser el celeste en el suelo y mis suelas quitando escombros de estrellas trizadas sal y pasion el mar se traga lo que queda de momento