Llevaba dos dias y una noche vagando por la ciudad escalando paredes y durmiendo detrás de los arboles,
corri por la larga calle que conduce al cruce del misterio y sin quererlo me encontre con el señor de los misterios un hombre de ropa olgada y pelo estriado que posee la palabra espontanea y que con su voz dicta las
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