de pared cristalizada, y vagare en soledad,
Trazaré con mi mano segmentada
los trazos, los rios, las fibras,
canaletas, caminos de bienvenida
Que allá, siempre en aquel lugar hallarán su final
Habré cavado cien tierras
Por bajo de las raíces del desierto
Hasta hallar lo que mis ojos no pueden ver
Hallar aquello que el sol jamás toca.
Ahogado en sismos espasmos
Dejare entrar a la mar y un millar de olas inhóspitas
vendran a inundar mi cuarto de areniscas
Y hallaré entre cuerpos rocosos
Hongos muertos y moho;
La flor fantastica,
La pereza que duerme,
La belleza de un alma que no puede cerrar los ojos,
El pensamiento primitivo sobre pliegos de piedra.
Y bastará hallarme para al fin guardar silencio,
Para al fin oír el grito mudo de mi cuerpo carbonizado
No hay comentarios:
Publicar un comentario